Cuando en nuestra vida algo no funciona como quisiéramos y lo que nos preocupa se alarga en el tiempo, las CF se convierten hoy en una de las herramientas más preciadas para Reconocer Lo Que Es.

Para comprender la dinámica de una constelación familiar, hay que pensar en cada uno de nosotros como si fuéramos el vértice de un triángulo invertido, y asumir que llevamos dentro la información de toda la familia que nos ha precedido. De esta manera, es más fácil entender que, de la familia, no sólo heredamos los rasgos físicos, sino también los patrones de comportamiento, y que manifestamos en nuestras vidas el resultado de aquellas energías trabadas en el pasado y escondidas en algún rincón del Inconsciente Colectivo del Sistema.

 

Todos los miembros de una misma familia formamos también parte de la misma Alma y compartimos la misma historia... como si residiéramos en diferentes cuerpos y viviéramos diferentes argumentos, pero desarrollando los mismos temas, perpetuándolos de generación en generación, si no se trabajan.

 

En las sesiones de Constelaciones Familiares, las personas se colocan en círculo. Y a petición del facilitador, el participante que constela elige a los representantes de los miembros familiares de su sistema de entre los miembros del círculo. El alma familiar se expresa a través de los movimientos y expresiones de los representantes, que se mueven impelidos por una fuerza sistémica que les es ajena, pero que les empuja a colaborar, a emplearse y a recolocarse, dejando al descubierto los desórdenes familiares más profundos. La verdadera historia familiar se expresa con claridad y las implicaciones ocultas de sus miembros quedan al descubierto.