¿Cómo lleváis los propósitos para el año nuevo?

¿Los estáis cumpliendo a rajatabla o preferís que cambiemos de tema?

No tengáis vergüenza si la mayoría de esos propósitos, o todos, se han quedado por el camino. Tampoco os vengáis abajo si todo lo que iba a cambiar con la llegada del nuevo año ni siquiera se ha inmutado.

No estáis solos. Somos legión.

Nuestra querencia a posponer las cosas suele empezar ya de mozos. MAÑANA hago los deberes. La semana que viene estudio. El próximo trimestre me aplico... ¡NANAY! 

El día del examen madrugabas para estudiar a la desesperada. Eso sí, siempre era la última vez que te pasaba. Durante esas legañosas mañanas regadas en café poníamos a Dios por testigo de que nunca volveríamos a pasar sueño por vagos. Íbamos a cambiar de una vez por todas... MAÑANA.

Solemos dejar las cosas para MAÑANA porque nuestro yo del futuro es mucho menos perezoso que nosotros. Todo le parece bien, nunca dice que no a nada. Nos aprovechamos de él porque no rechista cuando lo imaginamos sudando en el gimnasio o cenando verdurita. Nosotros podemos retozar en el sofá y comer Risketos sin sentirnos culpables porque nuestro yo futuro va a reconducir las cosas MAÑANA mismo o como muy tarde pasado.

Nos hacemos trampas al solitario.  

Como esos mensajes burlones que vemos enmarcados tras la barra de algunos bares, "hoy no se fía, MAÑANA sí".

Resulta que nuestro yo del MAÑANA siempre se pilla fiesta hoy. Y nos deja la tostada. Peor aún, nos deja las acelgas hervidas. Y las mallas.  

Cuando dejamos el primer día del resto de nuestra vida para MAÑANA olvidamos que ser plenamente conscientes, aquí y ahora, es la mejor manera de afrontar cualquier empeño. Aparte de que si hoy no te apetece hacer sentadillas MAÑANA te va a apetecer lo mismo o menos.

No se trata de que todo en la vida tenga que ser ahora o nunca. Pero si no va a ser ahora, relájate, déjate un poquito en paz. Borra cosas de esa hoja de ruta que tienes por cerebro. Suelta lastre.  

En TÁLEM no hemos hecho lista de propósitos para el nuevo año porque nuestro reto siempre es el mismo. Seguir creciendo con vosotros, compartir cada vez con más gente lo que hacemos, vivimos y sentimos en la escuela.

No nos ponemos plazos ni tenemos prisa.

Si os decidís a probar, aquí estaremos.  

Para que tu Pasado no secuestre tu Presente y puedas optar a tener un MAÑANA mejor...,

ven a DESPERTAR!